Page 40 - Manual de buenas prácticas
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1| RACISMO
La Declaración sobre la raza y los prejuicios raciales de la UNESCO parte de la definición
de que todos los seres humanos son pertenecientes a la misma especie y con el mismo
origen. “Nacen iguales en dignidad y derechos y todos forman parte integrante de
la humanidad”. Considera además que “todos los individuos y los grupos tienen
derecho a ser diferentes, a considerarse y ser considerados como tales. Sin embargo,
la diversidad de las formas de vida y el derecho a la diferencia no pueden en ningún
caso servir de pretexto a los prejuicios raciales; no pueden legitimar ni en derecho ni
de hecho ninguna práctica discriminatoria”. (UNESCO, 1978)
En su artículo 2° la Declaración señala, aún con más precisión:
El racismo engloba las ideologías racistas, las actitudes fundadas en los prejuicios
raciales, los comportamientos discriminatorios, las disposiciones estructurales
y las prácticas institucionalizadas que provocan la desigualdad racial, así como
la idea falaz de que las relaciones discriminatorias entre grupos son moral y
científicamente justificables; se manifiesta por medio de disposiciones legislativas
o reglamentarias y prácticas discriminatorias, así como por medio de creencias
y actos antisociales; obstaculiza el desenvolvimiento de sus víctimas, pervierte a
quienes lo ponen en práctica, divide a las naciones en su propio seno, constituye
|40| un obstáculo para la cooperación internacional y crea tensiones políticas entre
los pueblos; es contrario a los principios fundamentales del derecho internacional
y, por consiguiente, perturba gravemente la paz y la seguridad internacionales”.
(UNESCO, 1978)
La Comisión Internacional de los Derechos Humanos y la Convención Internacional
para la Eliminación de toda forma de discriminación Racial, por su parte, definen
el término “discriminación racial” como toda distinción, exclusión, restricción o
preferencia basada en motivos de raza, color, linaje u origen nacional o étnico que tenga
por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio,
en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales en
las esferas política, económica, social, cultural, o en cualquier otra esfera de la vida
pública. (IMADR, 2001)
Hay prácticas periodísticas que discriminan por razón racial, que consideran a
los integrantes de los Pueblos Indígenas como seres inferiores y que naturalizan
esta minusvaloración a través de sus piezas periodísticas. Un recurso de la ficción
audiovisual suele ser generar contrastes precisamente entre los poderosos y los débiles,
entre los blancos y los indígenas.